domingo, 26 de abril de 2009

Cuentame un cuento de Maicao

ZURAMI

LA REINA DE LA ETNIA WAYUU


Zurami era una niña muy pobre, le gustaba mucho ayudar a su madre llamada Churima y su padre de nombre Damuru.

Un día Zurami estaba cultivando maíz junto con su tribu y su madre cayo muy enferma y al desocuparse decidió bailar su danza “la chichamaya” con sus amigos para asì pedirle a los dioses que sanaran a su madre.

Semanas después su padre le dio la misma enfermedad no había ningún centavo en la choza, su abuela llamada Maruja era curandera de esa tribu y logro calmar la enfermedad.

Ella se encontraba muy feliz por la recuperación de sus padres que quiso ir a cultivar maiz y millo para comprar comida y algunas cosas necesarias para el hogar.

Estaba limpiando toda la cosecha en el fondo cuando vio algo extraordinario y se asombro muchísimo al encontrar este misterioso pozo que había estado muchos años en su hogar y nadie se había dado de cuenta, estaba tapado y lleno de mucha paja y maleza, cuando de pronto oyò una voz que le dijo Zurami, tengo el don de conceder milagros, y otra vez escucho la voz que le decía lo mismo.

Ella volteo y miro una gran luz y escucho de nuevo esa voz dulce que provenía del pozo, ella muy asustada salio corriendo a su choza, todo le daba vueltas, absolutamente todo, muy preocupada se sentó a llorar y su madre le pregunto ¿hijita por que lloras? Ella respondió, nada madre lloro de felicidad por que te encuentras mejor. Ella estaba inquieta y en la mañana siguiente fue a mirar para ver si no eran sus pensamientos.

Zurami se acerco y escucho la misma voz, no temas, no te hare daño solo quiero ayudarte para que seas muy feliz, ella dijo no te creo ¿como me lo puedes comprobar?, y la voz le contestò " soy un pozo mágico" y solo quiero cumplirte los deseos que te harán vivir feliz, ella se desmayo por que no aguantaba mas.

Su abuela la encontró desmayada en el fondo del patio y muy asustada le hizo muchos baños y rezos para su bien.

Zurami se mejoro y fue a ver otra vez al pozo y este le dijo " acércate si me escuchas te ira bien", detenidamente escucho las palabras del pozo y una de ellas fue te concederé tres deseos para ti y tu tribu o para lo que tu desees. Ella dijo en verdad me concederás esos deseos, bueno déjame pensarlo ya que en mi familia y en mi tribu hay muchas necesidades.

Al día siguiente observo lo que necesitaba su tribu y su familia; muchos niños pobres, con hambre, sin un solo alimento, sin ropas, y observaba como se mataban unos a otros.

Ella vio a su mamá muy enferma y a su padre con su misma enfermedad y se sentó a llorar, lastima que sean tres deseos dijo la niña, màs tarde le comento a su madre te voy a sacar a ti y a mi padre adelante los voy a sacar de la pobreza a ti y a mi etnia wayuu.

Así fue, la niña fue a visitar al pozo y le dijo: es una decisión muy difícil quiero darle la felicidad a mi familia y a mi tribu, el pozo le dijo bueno esta bien piensa muy claro sobre lo que te voy a decir, si tu me entregas tu vida te cumpliré cinco deseos, ella dijo ¡no quería morir! y salio corriendo y llorando, vio a su madre al borde de la muerte y enseguida regreso al pozo, esta bien lo he pensado y ya he decidido por el bien de mi familia y de mi tribu.

el pozo le preguntó cual es tu primer deseo; ella contesto: mi primer deseo es que mejores a mi mamá y a mi papá de toda enfermedad, mi segundo deseo es que no le falta nada a mi familia económicamente, mi tercer deseo es que no falte nada de dinero y se acabe la pobreza en mi tribu, mi cuarto deseo es que todos vivan felices y que se olviden de que yo existí y mi quinto deseo es la paz mundial.

El pozo le cumplio todos los deseos y ella sintió algo que la atraía al pozo; su cuerpo se le fue, y al día siguiente la encontraron ahogada en el pozo y la enterraron en el patio ya que nadie sabia de ella, su padre y su madre vivieron muchos años rodeados de felicidad en compañìa de su tribu y la paz reino en el mundo entero.





Autor: Sandri Montiel Sánchez

1 comentario:

  1. hola me llamo nick y me agrado el cuento porque muestra la realidad que padecen muchos de los niños wayuu de este departamento y a su vez mostrar sus costumbres

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